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Milena Coral (24) es comunicadora audiovisualista, fotógrafa, militante feminista y promotora cultural. Se dedica a registrar con su cámara los conflictos sociales que impactan a la clase trabajadora, a las mujeres, a las diversidades y al campesinado.

Siempre quiso estudiar Cinematografía. Su idea, luego de terminar el colegio, era estudiar cine en la Universidad Federal de Integración Latinoamericana (UNILA), en Brasil. Por dificultades personales no pudo hacerlo. Ante la ausencia de una Licenciatura en Cinematografía o algo similar en la universidad pública, optó por la carrera de Ciencias de la Comunicación.

En 2016 ingresó a la carrera y comenzó a militar por una educación gratuita y de calidad en la universidad. Se sumó a un movimiento estudiantil, formó parte del centro de estudiantes y conoció la lucha de los alumnos. Un año después de comenzar a estudiar, en 2017, registró su primera marcha, el #25N. Desde ese día, no dejó de registrar.

“Siento una responsabilidad y siento que tengo que hacerlo, o sea, alguien tiene que cubrir esto”, puntualiza Milena al conversar sobre por qué registra manifestaciones, marchas y expresiones de lucha y resistencia de la clase trabajadora.

Su acercamiento al audiovisual, más allá de su sueño de estudiar cinematografía, se dio en la universidad. Con sus compañeros de carrera y militancia iniciaron un medio digital audiovisual: Akahata. Milena recuerda que hubo compañeros que transmitieron sus conocimientos básicos a los más nuevos. Ella, como una esponja, absorbió toda experiencia de Akahata y se apropió del lenguaje fotográfico y audiovisual.

Durante la experiencia de Akahata, Milena se inició en la producción y edición de videos. Hoy es una de sus maneras de expresarse política y artísticamente.

Milena forma parte del Centro Cultural La Chispa, que reivindica el uso de la calle como espacio público para el ocio y dispersión de los ciudadanos, con una mirada política y crítica de una ciudad como Asunción. En 2017 comenzó a contribuir como voluntaria. En 2018, cuando Pachín Centurión, fundador de La Chispa, se enfermó de gravedad, Milena y otros compañeros se hicieron cargo del centro cultural.

Milena valora que La Chispa, además de recuperar el espacio público, reivindica “el ocio de una manera tan política” y hace pocos meses, por el quinto aniversario del centro, lanzó su primer documental de 40 minutos. Se puede encontrar en Youtube como “La calle que un día se tomó”.

En 2019, Milena se sumó a Emancipa, revista que cubre fenómenos sociales desde una perspectiva feminista y crítica.

Para Milena, la fotografía y el audiovisual son sumamente importantes para registrar procesos históricos desde una mirada honesta, desde la reivindicación de las causas y la empatía. Por eso sale a las calles en cada movilización. Porque la emoción la consume y esquiva balines de goma y aguanta gases lacrimógenos para registrar. 

20 mil gigabytes o 10 discos duros pueden no significar nada o parecer solo números incomprensibles para quienes no conocen el oficio. Para Milena, esos números atesoran la historia de las mujeres paraguayas y la lucha por la conquista de más derechos. Resguardan el testimonio ruidoso y colorido de las marchas en la calle y los silencios que se rompen en esas movilizaciones cada año.

Por todo su trabajo, fue postulada y reconocida durante la tercera edición de los Premios Dignidad a la Defensa de los Derechos Humanos en Paraguay, una actividad impulsada por la Codehupy, con apoyo de Diakonia y la Unión Europea.